miércoles, 27 de junio de 2012

¿Noche de Fútbol o Noche de Ópera?



Noche de ambos, noche de ninguno. Finalmente, me he decido en ir al concierto de la plaza de Sainte Anne que anunciaban como de "ópera", cuando en realidad era un concierto de un coro de alumnos del conservatorio que está en esa plaza y cantaban música coral y tradicional estadounidense acompañados de un piano. Ha sido muy bonito.

Había un montón de niños de unos 5-6 que estaban disfrutando de la música. Me ha llamado gratamente la atención ver que había 2 niños de unos 4 años que al comienzo del concierto estaban molestando y jugando a pelear con espadas y ha habido varias personas que les han regañado y no ha aparecido ningún padre/madre ofendido.

Es más, como no dejaban de molestar, ha habido una señora que se ha levantado y ha preguntado de quién era y se los ha llevado a sus padres mientras el público la aplaudía. Impensable en España, estoy harta de aguantar a niños maleducados que encima te tienes que callar, porque parece que tiene más derechos la persona que hace algo "mal" que la que lo hace "bien".

Es decir, te tienes que tragar el humo de los demás, los ruidos de los demás, los niños mal educados de los demás, que cualquier manifestación de expresión sea ofender a los demás y prevalecen sus derechos a molestarte,  etc. frente a los tuyos, que en el fondo sólo pides respeto. Bravo por la señora y bravo por los aplausos. Y lo siento si ofendo a alguien con estas palabras, pero sólo reclamo expresar lo que siento y normalmente, por una errónea educación colectiva, me callo.

Por lo demás, cada día esto parece más una familia que no sea de acogida de extranjeras que se recogen en la estación de tren. Hoy he ido al cine con Mamá Marie Franzine, que se empeña en llamarme Mathilda, y con mi hermana Ludovica a ver "Starbucks", una película quebequiana muy graciosa sobre un domante anónimo de semen al que de repente le aparecen 533 hijos de la misma edad que quieren conocer a su padre biológico al no haber firmado las cláusulas de confidencialidad.

Con Papá Mr. Lemaire me parto de la risa y me encanta provocarle. A la hora de la cena ha estado contándonos que él jugaba al tenis cuando era un deporte de caballeros (allá por el siglo XVII) que se daban la mano cuando terminaba y que ahora se había convertido en un deporte de dinero. También se queja de los viajes en avión, que con esto de la informática se han convertido en algo horrible y que se acuerda de aquellos tiempos en que viaja con su familia (allá por principios del Siglo XX) y era estupendo. Todas las tardes se echa la siesta en el salón totalmente estirado al lado del ventilador y cuando lo cruzo y le veo, me pego unos sustos mortales porque parece que está ahí momificado y que le resucitan para la cena (él es quien normalmente cocina).

Voy mejorando mucho con el alemán, hoy he entendido "zusamen" y "polygone", que es el centro comercial de la zona y ya sé que las suizo-alemanas están vaciando el centro comercial, hoy han empezado las rebajas y las tiendas han adelantado la apertura de las 10 a las 8, a las 8:25 ya había gente con bolsas en la mano, pero esto no es la locura de consumo de España. Me llama mucho la atención que ayer hubo tiendas que cerraron por la tarde para preparar las rebajas y otras que las preparaban abiertas al público. Otra cosa impensable en España, aquí las horas extraordinarias de gratis no se estilan y si las tiendas cierran a las 7, a las 6:50 ya están poniendo todos los cierres.

Mañana por la tarde iré a Nimes con la escuela, como la clase acaba a las 12 tengo casi todo el día libre para hacer de todo. Estoy haciendo planes con una suiza no protegida por la ley en todo el planeta (21 años) para alquilar un coche e irnos este fin de semana de turisteo, empieza a gustarles la idea de que esté en clase y sea la única a la que alquilan los coches.

Por lo demás, parece que mañana baja la temperatura 6º y que mis vecinitos de enfrente ven el partido.

1 comentario:

Marisa dijo...

Pues bravo por la buena EDUCACION y si es musical mejor. A mi me pasa que odio el futbol más que los bestsellers, que por mi aniquilaria la industria que mueve... en fin odio la cultura del futbol tal y como la concibe la gente, me callaré.
Me parece que tu Sr.Lemar? está lleno de reminiscencias literarias.