miércoles, 1 de abril de 2009
Cronica De " Momentos Estelares de la Humanidad"
La muerte no tiene pasado. A pesar de ello, cuando un escritor, decide suicidarse, los lectores y los críticos buscan en cada una de sus palabras un indicio, una premonición, analizan sus paginas como policías en busca de huellas.
La muerte no es un valor literario ni el suicidio tiene mas que ver con la literatura que el amor, el odio, la felicidad, el miedo, la tristeza, la soledad.
Y además no hay muerte que convierta un libro en mejor de lo que es, porque en el espacio hermético de las obras impresas, a los relatos, poemas, novelas no es importa si su autor esta vivo o muerto, y en el fondo a los lectores tampoco.
Por ello centrémonos en esta obra de Zweig, que si tiene un lugar en la literatura es por el valor de sus obras, no por la tragedia de su vida.
Éste es probablemente uno de los más notables libros de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente, en el que la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453 adquiere su signo más visible; el nacimiento de El Mesías de Händel en 1741; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski momentos antes de su ejecución en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917... Cada uno de estos momentos estelares—escribe Stefan Zweig con acierto—marca un rumbo durante décadas y siglos..
Sin embargo no todos son momentos estelares como tales, algunos son episodios y no siempre hemos visto justificada su elección, aunque se perdona al autor sus marcadas preferencias por el insigne Napoleón, Toltoi o Wilson.
Que Zweig era algo fetichista y romántico lo prueba sus numerosas biografías sobre personajes históricos discutidos como Maria Estuardo o Maria Antonieta, a la que ensalza sin igual, acabando el lector militando en las filas de la fallecida reina si le dejaran.
Usando su magnetismo Zweig nos contagia de su visión estelar de momentos que a él le han fascinado más.Se lo perdonamos porque Stefan nos engancha siempre. Pero mas allá de estos capitulos del libro, cabe planterarse: ¿qué es un momento estelar?,¿Tuvo España a lo largo de si historia alguna contribución clave a la historia de la Humanidad?. No parece que al final nos pusiéramos de acuerdo más allá del Descubrimiento de América. Quizás cada uno desde su particular visión histórica, podria jugar a proponer cual ha sido su momento estelar de la Humanidad. ¿Quién se atreve?. Ahí queda el reto.
La muerte no es un valor literario ni el suicidio tiene mas que ver con la literatura que el amor, el odio, la felicidad, el miedo, la tristeza, la soledad.
Y además no hay muerte que convierta un libro en mejor de lo que es, porque en el espacio hermético de las obras impresas, a los relatos, poemas, novelas no es importa si su autor esta vivo o muerto, y en el fondo a los lectores tampoco.
Por ello centrémonos en esta obra de Zweig, que si tiene un lugar en la literatura es por el valor de sus obras, no por la tragedia de su vida.
Éste es probablemente uno de los más notables libros de Stefan Zweig. En él lleva a su cima el arte de la miniatura histórica y literaria. Muy variados son los acontecimientos que reúne bajo el título de Momentos estelares: el ocaso del imperio de Oriente, en el que la caída de Constantinopla a manos de los turcos en 1453 adquiere su signo más visible; el nacimiento de El Mesías de Händel en 1741; la derrota de Napoleón en 1815; el indulto de Dostoievski momentos antes de su ejecución en 1849; el viaje de Lenin hacia Rusia en 1917... Cada uno de estos momentos estelares—escribe Stefan Zweig con acierto—marca un rumbo durante décadas y siglos..
Sin embargo no todos son momentos estelares como tales, algunos son episodios y no siempre hemos visto justificada su elección, aunque se perdona al autor sus marcadas preferencias por el insigne Napoleón, Toltoi o Wilson.
Que Zweig era algo fetichista y romántico lo prueba sus numerosas biografías sobre personajes históricos discutidos como Maria Estuardo o Maria Antonieta, a la que ensalza sin igual, acabando el lector militando en las filas de la fallecida reina si le dejaran.
Usando su magnetismo Zweig nos contagia de su visión estelar de momentos que a él le han fascinado más.Se lo perdonamos porque Stefan nos engancha siempre. Pero mas allá de estos capitulos del libro, cabe planterarse: ¿qué es un momento estelar?,¿Tuvo España a lo largo de si historia alguna contribución clave a la historia de la Humanidad?. No parece que al final nos pusiéramos de acuerdo más allá del Descubrimiento de América. Quizás cada uno desde su particular visión histórica, podria jugar a proponer cual ha sido su momento estelar de la Humanidad. ¿Quién se atreve?. Ahí queda el reto.
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