miércoles, 10 de diciembre de 2008

LITTLE DREAM

Sere corría detrás de las niñas mayores porque quería sencillamente jugar con ellas pero ni la hacían caso ni se percataban de que Sere las admiraba.

Quizás por eso Sere se acomodó a la eterna situación de jugar sola en el patio, en el colegio, en casa donde era la única chica orgullo de su padre.

Pasaba mucho tiempo sola mientras los demás trabajaban, y sin control de ningún tipo visitaba todos los días los canales internacionales, desde Tegucigalpa hasta Samoa. El mundo le parecía grande e inmenso como el mar que nunca había visto y que quizás nunca vería.

Un día de esos que jugaba sola se lo encontró y lo convirtió en su amuleto, le gustaba porque era pequeñito y le recordaba a los bebes que veía en la tele. Jugaba a que era su hijito y lo llevaba debajo de su ropa para que los demás no supieran que existía. Viendo los canales del otro lado del mundo, supo su nombre y que un día terminado en cinco era su cumpleaños y se alegró mucho por su muñeco.

Todavía se emociono más aun si cabe, cuando supo que en muchos más sitios del mundo celebraban su cumpleaños y ella quiso hacerle por su cumpleaños un pastel especial.
Sere nunca mas hizo pasteles ni ayudó mucho en las tareas de la casa. Apenas después de aquello sirvió para nada según su familia.

Ella nunca entendió porque su padre hinchado de ira y de odio, la pegó brutalmente el día del cumpleaños de su hijito, porque la agarró y le cortó la mano para que aprendiera segun: suerte tienes que solo ha sido la izquierda.

Ella sangraba , su hijito temblaba bajo las ropas, nunca lo encontraron.

Ahora Sere vive con su niñito lejos del sitio que la vio nacer, sin mucha historia que contar sobre su vida. Celebra con sus amigas, las limpiadoras de la fábrica, el cumpleaños de su hijito. El resto del año, solo siente que se le resiente el muñón y que odia el mundo grande e inmenso que ella no puede alcanzar.

No hay comentarios: