jueves, 19 de febrero de 2009

"Corre Conejo Corre" de John Updike

Corre conejo corre, si que corre, coloquialmente corre que se mata, pero ¿hacia donde?, ¿estamos antes un complejo de Peter Pan?, ¿ante un inmaduro crónico?, o ¿el conejo es simplemente el vehiculo elegido por Updike para mostrarnos las sordidez de la clase burguesa americana desposeída del encanto que proclaman en las películas?.
El autor americano siempre critico con una sociedad que luego se exalta en el cine con gran vehemencia, se ensaña con su medio para mostrarnos que nada es lo que parece, que la gente puede ser tan simple, tan dejada y tan mala en todas las partes del mundo.
Si algo logra Updike es que nos sintamos incómodos antes la vida del conejo que resulta ser vacuo, soso, blando, caprichoso, egoísta, carente del más mínimo sentido de la responsabilidad y sin meta conocida.
Sin demasiados escrúpulos ni miramientos trata tanto a Janice, como a Ruth y a la mujer del predicador. Vaga de un lado a otro, pica de todo, olisquea, salta y no se queda quieto en ningún sitio, por algo le llaman conejo.
Pero ¿esta sociedad que describe es realmente así, tan cutre, tan carente de encanto y de idealismo?, ¿somos nosotros así? O es que simplemente Updike busca confrontarnos con el lado mediocre de la vida para que así reflexionemos?
No se quizás el conejo se merezca una segunda oportunidad pero creo que con este primer volumen, hemos salido algo decepcionados, necesitamos estímulos mas positivos en literatura desde luego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay dos personajes que me han encantado: el pastor luteranto Kruppenbach (he buscado el nombre), que le echa una bronca magnífica al pastor Eccles por ser un cotilla y un correveidile (no lo dice con esas palabras). Y la madre de Conejo, que es una suegra encantadora, odia a su nuera a muerte, la describe tan real.