domingo, 1 de julio de 2012

Abajo el Mito de la Cocina Francesa (II)


Al grito de ¡a cenar! salgo corriendo de la habitación. La amenaza de cena "ligera" era un poco falsa, la ensalada que parecía sólo de verde llevaba pasta, tomates secos italianos y pollo. Yo estaba muy enfadada porque parecía que animaba a Italia, pero me han consolado diciendo que el pimiento rojo era español. Después había un postre de chocolate con salsa de vainilla y 2 galletas. El queso de roquefort ¡que no falte! Yo creo que es un tipo de queso que desciende de las lagartijas y estrellas de mar y que se autorregera sólo cuando le cortas un trozo.

Las madres francesas no son como las españolas. Esta mañana, la mía defendía el bocadillo frente a la comida de primer plato, segundo plato y postre de la que yo le hablaba. En este país, cuando se hacen madres por primera vez, no les deben injertar el carnet de madre con la frase ¡que comas bien! porque me defendía que un bocadillo era una comida buenísima, que si el relleno era de calidad, que si llevaba carne, lechuga, tomate.... mientras que yo le decía que no, que perdonase la expresión, pero que un bocadillo era una comida de mierda, que no era cuestión de cantidad sino de calidad de comida y que, como dice un amigo mío brasileño, "el relleno mandó recuerdos" porque es muy poco.

Le he enseñado las fotos de lo que yo considero "comer"a ver si tomaba nota y se ha dado cuenta de que, evidentemente, no tenemos el mismo concepto. Había un arroz con leche, una caldereta de pescado, un entrecot, un mousse de espárragos cubierto de salmón, un carne de pollo con queso y jamón serrano, una crema de alubias blancas con caviar de tomate, unas judías blancas con rabo de oveja y papada de cerdo.... Y me dice que si con la crisis seguíamos comiendo bien, y me ha empezado a hablar del foiegras que era muy caro y yo le he dicho que allí no comíamos eso pero sí judías, lentejas y garbanzos.....

Tengo que hacerle la pelota a mi mami de verdad para que me mime a la vuelta, quien pensaba que también me estafaba cuando me decía de pequeñita que aprovechara la merienda-cena que luego en casa no había cena y yo le decía que me quitaba una comida, que era o merienda o cena, pero que las dos cosas era un engaño. En fin, una que desciende del matriarcado vasco, ¡qué le vamos a hacer!

Cada vez me siento más en casa. Anoche rejuvenecí 20 años. Cuando volví a casa después de la excursión y cenamos, puse la oreja en off y esperé a que todos se callaran para salir pitando de la mesa, estaba agotada de llevar 12 horas hablando en francés y haciendo pirulas con el coche. Así eran las comidas de los domingos en casa de mis padres, cuando mi padre no paraba de hablar y yo, que llevaba 6 horas de sueño en todo el fin de semana, sólo soñaba con irme a dormir a mi cuarto. Aquí, creo que pocas hijas de acogida dan tan poca guerra como yo, que me paso el día encerrada en mi cuarto y sólo salgo a cenar, a la calle o al cuarto de baño. Vuelvo a ser una adolecente....

Hoy es el aniversario de Marie Franzine y Mr. Lemaire, hacen 40 años de casados, mis padres de verdad celebrarán ese mismo aniversario el próximo 13 de enero. Mi hermana de acogida Ludovica se ha enterado y les hemos llevado una caja de unos dulces redondos que se llaman Macarron. Mr. Lemaire se ha emocionado y por un segundo ha sonreído y se le ha iluminado la cara, yo creo que por eso nos han sacado postre y han echado pasta y pollo a la ensalada. Han salido a la hora de la cena muy guapos y bien arreglados.


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