sábado, 12 de diciembre de 2009

REFLEJOS EN UN ESTANQUE

Calma, tranquilidad, suavidad. La luna brilla con intensidad y se refleja en la lámina de agua con destellos ambarinos. Las hojas verdes giran en remolinos enloquecidos y se agrupan durante un momento para ser alejadas unas de otras por fuerzas centrífugas invisibles, al momento siguiente. Una rana canta entre el cañaveral y otra la responde desde una pequeña isla de barro en el centro de la laguna. La refrescante corriente fluye a lo largo del cuerpo. Se enreda entre el cabello y sale proyectada por la yema de los dedos, como si se tratara de chorros de plasma. El movimiento del agua le hace girar a un lado y otro mientras una total relajación se apodera de sus músculos y la brisa de la noche acaricia la piel desnuda ……………… El cadáver se aleja arrastrado por la corriente, mientras va dejando un rastro sanguinolento a lo largo del curso de agua.

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